lunes, 13 de septiembre de 2010

rene descartes : su filosofia

RAZON Y METODO. SU UNIDAD



1. - UNIDAD DEL SABER Y DE LA RAZÓN

En la primera de sus reglas para la dirección del espíritu afirma Descarte: “Todas las diversas ciencias no son otra cosa que la sabiduría humana, la cual permanece una e idéntica, aun cuando se aplique a objetos diversos, y no recibe de ellos más distinción que la que recibe la luz del sol de los diversos objetos que iluminan.”. Las distintas ciencias y los diversos saberes, son pues, manifestaciones de un saber único.

Esta concepción unitaria del saber proviene, en último término de una concepción unitaria de la razón. La sabiduría es única porque la razón es única: la razón que distingue lo verdadero de lo falso, lo conveniente de lo inconveniente, la razón que se aplica al conocimiento teórico de la verdad y al ordenamiento práctico de la conducta, es una y la misma.



2. - LA ESTRUCTURA DE LA RAZÓN Y EL METODO

Puesto que la razón, la inteligencia, es única, interesa sobremanera conocer su estructura y funcionamiento, para poder aplicarla correctamente, y de este modo, alcanzar conocimientos verdaderos y provechosos.

Hay dos modos de conocimiento, según Descartes: la intuición y la deducción. La intuición es una especie de “luz o instinto natura” que tiene por objeto las naturalezas simples: por medio de ella captamos inmediatamente conceptos simples emanados de la razón misma, sin posibilidad alguna de duda o error. La intuición es definida por Descartes del siguiente modo (Regla III): “Un concepto de la mente pura y atenta, tan fácil y distinto que no queda duda ninguna sobre lo que pensamos; es decir, un concepto no dudoso de la mente pura y atenta que nace de la sola luz de la razón, y es más cierto que la deducción misma”.

Todo el conocimiento intelectual se despliega a partir de la intuición de naturalezas simples. En efecto, entre unas naturalezas simples y otras, aparecen conexiones que la naturaleza descubre y recorre por medio de la deducción. La deducción, por más que se prolongue en largas cadenas de razonamientos, no es, en último término, sino una sucesión de intuiciones de naturalezas simples y de las conexiones entre ellas.

Como la intuición y la deducción constituyen el dinamismo interno y específico del conocimiento, este ha de aplicarse en un proceso de dos pasos:

1. - En primer lugar un proceso de análisis hasta llegar a los elementos o naturalezas simples.

2. - En segundo lugar, un proceso de síntesis, de reconstrucción deductiva de lo complejo a partir de lo simple.

A estos momentos se refieren las reglas segunda y tercera del Discurso del método: “Dividir cada una de las dificultades en tantas partes como sea posible y necesario para resolverlas mejor” (regla segunda); y “ Conducir por orden mis pensamientos comenzando por los objetos más fáciles y simples de conocer para subir poco a poco, por pasos, hasta el conocimiento de los más complejos; suponiendo incluso un orden entre aquellos que no se preceden naturalmente los unos a los otros” (regla tercera).

Esta forma de proceder no es, pues, arbitraria: es el único método que responde a la dinámica interna de una razón única. Hasta ahora, piensa Descartes, la razón ha sido utilizada de este modo solo en el ámbito de las matemáticas, produciendo resultados admirables. Nada impide, sin embargo, que su utilización se extienda a todos los ámbitos del saber, para que se produzca unos frutos igualmente agradables.

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